
Caras acartonadas de tristeza pasean por las calles,
buscan anónimas sonrisas para odiar y sucumbir,
son cuerpos desnudos renegando del pasado,
pisan rabiosos el presente que no quieren ver,
esperando del mañana un paso anónimo y fugaz.
Las miro desafiante, sabiéndome sanador del dolor,
veo sus cuerpos compartiendo camas en soledad,
buscando el placer del sexo entre brazos gélidos,
deseando en realidad una simple y cálida caricia,
romper el silencio de la oscuridad en un te quiero.
Nadie recuerda cuando dejaron de sentirse deseados,
cayeron en la dejadez y olvidaron quererse,
rehuyen los espejos, amargos retratos del hoy,
se esconden del sol, viejo enamorado de su piel,
ahora decolorada, emblanquecida y sin rubor.
Las vuelvo a mirar desafiante, las acarician mis ojos,
mis manos rodean sus espaldas, buscan y encuentran,
el calor perdido, el enredo de unos cabellos vivos,
la suavidad de la piel buscando temblar en mi piel,
deseando nuevas madrugadas para aprender....
.....a amar antes de desear.