Miedo,
a mirarte a los ojos,
perder,
el respeto que tanto necesitas,
arrastrarte,
con mi marea,
dañar,
el duelo que te acompaña.
Y no acudiré a nuestra cita.
Hoy la noche
quiso atrapar el día,
caprichosa la luz,
en penumbra
todo se adivina,
nada se muestra.
Horas en vela,
de mi propio luto.
No acudiré a tu lugar
sin antes despertar.