A ti te acuso, sí... a ti, mujer, yo te acuso.
Has atendido el reclamo de tus sueños,
abandonas un pasado buscando tu futuro,
aprovechado el cupido instante para volar.
Y yo, hombre, a mi me acuso, mujer.
De aceptar tu amor como prenda,
entregar lo que soy en esencia y valor,
dar alas al sueño y convertirlo en nuestro.
Y yo te hablo, mujer... yo te hablo de amor.
Del vivido, del deseado, del llorado,
el que nunca fué, el que pareció infinito,
del mío, del tuyo, del nuestro.
Y miro tus ojos mujer... yo miro tus ojos.
Nos aprendemos en formas de amar,
mimamos la felicidad de un presente,
tocamos cielos... descubrimos infinitos...
© Todos los