No me gustan los ralos de espíritu,
no son sinceros,
mienten.
Se predican en sus defectos,
almas en pena,
cobardes.
Alimentan su ego suplicando piedad,
destrozan otros sueños,
falsas.
Lenguas viperinas usando muletas,
ay!! cuánto dolor!!
necias.
Me quedaré con la imagen,
del niño parado ante el semáforo,
la ilusionada mujer embarazada,
el beso de los adolescentes,
la lágrima en el duelo,
la zozobra de mis propios pies,
el ulular entre ramas y coches
aquello que ven mis ojos,
lo que escuchan mis oídos.
Háblame de tus penas y alegrías
de tu propia vida,
sincera.
Olvida los que no están aquí ahora,
hoy no son,
viven.
Date la oportunidad de ser tu,
esta es tu libertad,
compártela.
... y nada más.
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4 comentarios:
SIN EN LA PALABRA SE PRETENDIERA LLEGAR AL ALMA Y LA SINCERA VERDAD HOY CALO TU VERSO EN MI COMO UN TORTAZO DE ESOS QUE DAÑAN EL SER EL POETA HABLA LIBRE MENTE DE TODO SIN SABER DE NADA, UN LAUDAZO HEM
Adecuadamente mejorando.....yo diría:
¡¡¡Prueba superada!!!,,,,,jajaaaa
Besosssss y feliz finde rey
Buen poema, buen mensaje.
Un abrazo.
Eso de darnos una oportunidad, es terapia pura.La verdad que en ocasiones somos nosotros los que cerramos nuestra propia puerta y eso en un conceto equeivocado de juicio y omisión.
Un abraciño,
Rosa María Milleiro
http://poemas-rosamariamilleiro.blogspot.com.es/
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