A SOLAS CONTIGO:

En este espacio puedo crear, expresar un sentir propio, una experiencia mía o de otros... en definitiva jugar con mis sentimientos y vivencias. Lo que tú interpretes merecerá siempre todo mi respeto. Ah!! los anónimos nunca serán bienvenidos.

miércoles, 31 de mayo de 2017


De como nació...

Por un lado el sol
por el otro la luna,
la una mece la cuna
el otro le da calor.
El amor sonrió.


Se tú siempre
cuando hables y escuches,
en tus pensamientos y argumentos
y en la disputa y el reconocimiento.

Se tú
en el grito y el canto
o necesites llorar o reír
y en el pañuelo amigo.

Se tú
en tus pasos y al correr,
cuando sigas un camino
o creas descubrir uno nuevo.

Se tú
al dar un abrazo y en el beso,
valiente y decidido
o cobarde y apocado.

Se tú
en la mirada sincera,
la caricia y el roce,
cuando entregues o recibas.

Se tú
en el condicional y el respeto,
si persigues un sueño y al vivir,
cuando ames y seas amado.

Se tú
ante todo
siempre se tú.


- Me moriría sin tu amor -
  (dijo ella)

- Si mueres tu muero yo -
  (dijo él)

Y murieron los dos
y terminó el amor
y el gallo perseguía al capón
se acercaba la Navidad y el turrón.

Me dio por sentir envidia
del viento que te acaricia.
Te arrastra, o te lleva, lejos
y yo varado con mi anzuelo.
Qué haré ahora con mi corazón?
Éste era mi cebo de pescador.


Afirmo.
A mi me gusta la poesía
pero no todos los poetas.

Lo repito.
A mi me gusta el poeta
pero no toda su poesía.

Afirmo.
A mi me gusta mi poesía
pero no todos mis poemas.

Lo repito.
A mi me gusta el poeta
pero no toda su poesía.

Lo resumo.
A mi me gustas tú
y la poesía que desprendes.

No encontré un libro más fiero
que un poemario de amor ciego,
ni encontraré un verso más tierno
que el nacido en tus labios sin miedo.
Fue un sencillo susurrado "te quiero"


En ocasiones te sientes sólo,
en una estación vacía
dónde nunca pasarán más trenes.
Con ese odioso nudo en la garganta
y el corazón dolorido de tanto palpitar,
como si lo hubieran arrancado de raíz.

En ocasiones el sol ciega
de tanto iluminar y guiar por caminos
inagotablemente llenos de empeño.
Las noches aparecen llenas de Pléyades
desorientando los sueños vividos,
dejándolos inanes en las cunetas.

En ocasiones te rindes y sigues en pie
aferrado a una fe nómada
a sabiendas del propio sacrificio.
Caes en la conjura "del me da lo mismo"
con la virtud de esquivar los miedos
cavando dunas en el desierto.