Ayer noche moría,
que solo respiraba
el corazón no latía,
tu no estabas
y nadie me abrazaba.
Andaba muerto
esta mañana
con el corazón quieto,
tu no estabas
y nadie me amaba.
No pido piedad
ni clemencia
en esta mi soledad,
ganar tu presencia
y el amor nuestra sentencia.