Un viento tenaz y persistente,
incapaz de arrancar el fruto de estos olivos.
Olivos testigos sorprendidos de este amor
mientras atesoro un puñado de horas compartidas.
El corazón ensancha sus límites,
guarda las intrigas de las mejores caricias,
mientras mezclamos amor y deseo
el viento gélido se torna ternura.
Seremos amantes hasta el anochecer,
que el amanecer aún no nos pertenece.
No ha de haber prisa en su conquista,
mientras somos tu y yo luz en la noche.
Callará el viento y vendrá el adiós,
nadie lo ha escrito y ha de ser así.
Tus lágrimas humedecerán mis ojos,
los dos compartimos el mismo destino.
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6 comentarios:
El viento y el olivo, el aire y la
tierra, es la dualidad siempre
presente en los versos de amor
las cosas enfrentadas y unidas
en verbo y carne.
precioso verso, con suaves tonos
de gélido y cálido aire a la vez.
Un abrazo y que te siga acompañando
el duende que tienes en ti.
"Callará el viento y vendrá el adiós"...
Pero nunca callará el amor por muchas despedidas que vengan.
Me emociona, lo siento tan mío que cierro los ojos y me hace sentir la protagoniata.
Mis besos y cariños......Buen finde!!¡¡
Me quedo con la ultima estrofa, que refleja que aun en la despedida se comparte el destino.
Muy bueno!!!
Cariños....
Hola Antony, que grato volver a leerte. Soy admiradora de tus versos de amor. Me gustan tus historias de encuentros de pasión y ternura. Te dejo un abrazo afectuoso!
"Olivos sorprendidos de éste amor .. " .. Un amor que crece cada día..Se alimenta de la ternura compartida .. de las caricias .. de los besos.. del anochecer .. de ese amanecer que será ..
Un enorme abrazo
El adiós de dos seres en comunión en difícil, creo que entonces no callará el viento, en el se escuchará el llanto eterno de esas almas en un solo destino.
Hermoso, Tony.
Abrazos muchos
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