En la fiesta del olvido,
nadie pudo encontrar,
ni un solo motivo,
para poder llorar.
Los corazones malheridos
aprendieron a encontrar,
el calor de un nido,
cerrar los ojos y reposar.
Poco queda de aquellos niños
que aprendieron a volar,
el primer beso cándido,
y la belleza de soñar.
9 comentarios:
Precioso y tierno Duende.
Poco queda de aquellos niños
que aprendieron a volar,
el primer beso cándido,
y la belleza de soñar.
Siempre lo recordaremos los niños que llevamos dentro cada uno de nosotros.
Un abrazo.
Relacionándolo un poco con lo que escribí hoy, creo que nunca más somos como al principio, cuando nuestro corazón se entregó entero, por primera vez, totalmente pleno, y voló! ...Voló tan alto, sin siquiera atisbar el asomo de la duda o el desamor...No existía simplemente.
"En la fiesta del olvido,
nadie pudo encontrar,
ni un solo motivo,
para poder llorar".
Hermoso.
Abrazos,Toni.
Cuanta nostalgia se desprende de tus letras, realmente, cuanto puede doler el olvido.
Abrazos alados, Toni.
Normalmente decimos que crecemos y yo diría que somos más grandes cuando comenzamos a vivir. Lindo poema amigo. Un abrazo, Paty
Siempre recordaremos aquello que nos hizo feliz.
Hermoso poema, dulce y tierno como tú.
Besitos.
Todos somos invitados en algún momento a la fiesta del olvido, creo que incluso demasiadas veces, tantas que al final ya no tenemos motivos que nos hagan daño, que nos hagan llorar.
El corazón se hace fuerte, y aprende de lo vivido... tanto que una vez roto se autorecompone y sigue latiendo.
Besitos mediterráneos.
Todo es impermanente, ni lo malo ni lo bueno dura para siempre, así que a disfrutar el momento y agradecer lo que un día nos hizo sonreir, amar.....y mucho mas.
Besos Toni
Tiempo de corazones inocentes
nos queda en el recuerdo para volver
a soñar.
De una inmensa ternura.
Besos
El olvido cuando se injerta es como un verso sin rima...
Besos, Toni.
Publicar un comentario