Teje con linos y hiedras la muchacha
una sábana casta de natural esencia.
Cada noche hiere inexpertas manos
luz de luna y una sencilla vela blanca.
Espera ilusionada llenar su anaquel,
regalando pasión en cada puntada,
cumple con la tradición enamorada,
su tarea el estar siempre preparada.
No espera un príncipe con espada,
sueña simplemente con la felicidad
compartida de gracias y venturas,
amante correspondida y deseada.
Vive él por encontrarla algún día,
viste su presente paciente en amor,
como ella sabe del pronto encuentro,
sonríen a los golpes de mar y viento.
Nunca será tarde o demasiado pronto,
les colma la calma, momento certero,
se reconocerán en el brillo de sus ojos,
atracción y deseo en el beso sincero.
5 comentarios:
Es un placer leerte, Toni. Este poema me parece genial.
Cuando dejamos que sea el corazón quien dicte las palabras que forman cada verso, el poema llega al lector. Éste me llegó.
Muchas gracias por seguir mi humilde blog y dejar tus amables comentarios. Me alegro de que guste.
Abrazos.
Un poema hermoso Duende.Me llegó al alma.
Besos.
niño colgada me quede de tus escritos de carisma rimas y versos que suenan tan bellos como ese piano un abrazo buenas noches
en los ojos del amor siempre hay un momento certero...
Me gusto el poema.
un beso
es que tienes razon es ese momento certero que los ojos hablan y te hacen estremecer asi llega no el principe si no un hombre que la sepa amar que la cuide con su bondad y ahi va la calma en esta poesia que a mi me ha llenao porque yo no bordo sabanas nó porque no sepa hacerlo.. si no que ya me quea poquito tiempo, que dificil es encontrar el respiro que da sentir esa felicidad besitosssssss
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