Fluye el desorden entre lagunas desbordadas,
todo lo arrastra,
y mis manos no pueden retener tanta locura
hasta que al fin una lagrima brote,
muera este hombre que veis
y renazca otra locura por vivir.

Encontré el esbozo de un poema,
hablaba de amor y yo
lo quise terminar y el poema
me desgarró el corazón
o quizás fue el amor,
quien sabe si el desamor.

Los hay que nunca deben ser escritos, aquellos que hablan de cuando lo nuestro no tenía limites y cada amanecer precedía una noche de pasión.

Los hay que guardan nuestros secretos, leerlos queda al alcance de todos, para nuestra intimidad queda entender sus verdades.

Los hay en gran mayoría que fueron un sueño, hoy despiertan con olor a hierbabuena y azahar, vestidos de azules y colores que sólo reconocemos tu y yo.

Los hay que lloran largo tiempo, los que buscan respuestas antes de ser olvido y el recuerdo dibuje una sonrisa y una lágrima de orgullo.

Y es que hay amores que esculpen poemas y poemas que dibujan amores, todo queda en la intimidad de un adiós separando nuestros presentes.

Y nada más queda por decir y muchas cosas, como así ha de ser, calladas.

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Enamorate en presente,
sin pasado
sin pretender un futuro.

No recuerdes, vive,
no compares, vive,
no sueñes, vive,
no planifiques, vive,
no esperes nada, vive,
ni el todo, y vive.

Enamorate en presente,
en el amor,
sin él, el futuro no existe.

Nos sentimos presos del deseo,
rehenes del placer,
rebeldes en un mundo de locos.
Habíamos tocado nuestras almas,
vi la mía en tu rostro como en un fiel espejo
y pensé en mi belleza al reflejar la tuya.
No le pusimos nombre al momento,
los dos sabíamos que era Amor.

Cada vez que beso tu espalda
mis manos sienten celos
y buscan acomodo en tu vientre,
derramo mi voz sobre tu piel
y desnudo tu sensibilidad con mi mirada.
Te visto así y así protejo  tus sentimientos.
Mi deseo es llenarte de mi
hasta lo más profundo de tu alma,
ser tu fuente de vida y, de tu amor, la razón.
Cuando te quedas sin aire
y lo buscas en mis labios,
cuando sueltas tu melena
y yo me hundo en ella para besar tu cuello,
nos ata el deseo desnudo y una gota de sudor
arraiga entre tu pecho y el mío.
Somos presos de la excitación y la rebeldía,
pasión y desenfreno entre respeto y deseo,
el control nos lleva a descontrolar la lujuria,
juegos de labios, de bocas aprendiendo
cada rincón del anhelo de nuestra desnudez,
nos descubrimos en placeres desconocidos
como sembrados por primera vez en tierra fértil.
Unimos sabores y aromas,
nos sentimos, nos fundimos y tu con tu orgasmo
abrazas con delicados temblores el mío.
Nos miramos, nos sonreímos y tensamos
un beso en nuestros labios escurridizos.

Quiero dormir sobre tu vientre
despertar con tus labios en mi horizonte,
navegar entre tus senos hasta llegar a ellos
i saciar tu sed com mi deseo de tus besos.

Qué misterios aguardan nuestro encuentro?
Hacernos el amor es hoy mi sueño
antes de que el sol se acerque a poniente
i estas rimas terminen en un mar silente.

Avisarte o tu haberlo descubierto,
que yo nunca miro hacia atrás,
los pasos del ayer son pasado
no los puedo ni sé recuperar.
Nos queda lo mucho compartido
y el todo entregado con sinceridad
en aquellas cosas que hemos vivido.

Esto que ahora te digo no es un adios
ni lo entiendas como últimas palabras.
En algún lugar de mi guardaré el amor,
aquel que sólo a ti correspondia tomar
y seguiré abrazado, como tu, al silencio
al de otras voces o al nuestro, quizás,
y tu apurando tu camino y yo el mío.

Ayer noche moría,
que solo respiraba
el corazón no latía,
tu no estabas
y nadie me abrazaba.

Andaba muerto
esta mañana
con el corazón quieto,
tu no estabas
y nadie me amaba.

No pido piedad
ni clemencia
en esta mi soledad,
ganar tu presencia
y el amor nuestra sentencia.